En la práctica de las asanas (posturas del Yoga) los equilibrios en pie son sin duda uno de los desafíos más grandes para los principiantes y los practicantes veteranos. Su ejecución correcta exige fuerza física y mental, estabilidad, resistencia, respiración calmada y profunda, crear balance entre los dos hemisferios del cerebro, mantener la atención máxima, enfocar la conciencia, desarrollar determinación, valor, firmeza y conexión con la tierra. Estos desafíos en sí mismo son grandes virtudes que vamos adquiriendo. A medida que profundizamos en la práctica descubrimos que nunca hay un límite; porque en realidad asana es “asiento”, “postura firme y estable”, pero la existencia en este mundo es dinámica y por eso hay que implementar bases y establecernos firmes a cada momento, tener una postura ante la vida, frente a cada reto que nos proporciona el día a día para nosotros crecer. La disciplina del Hatha Yoga no es sólo para que hagamos bien una asana sobre una colchoneta o sobre la arena en la playa. En todo caso pararnos “firmes y equilibradamente” es una condición ineludible para hacer las cosas bien en este mundo e implica estados más internos que externos. Por eso nuestro Yoga es Yoga Inbound, el Yoga con el que trabajamos desde y hacia el interior.
Para realizar uttitha hasta padanghustasana es necesario comenzar la práctica con una actitud meditativa, de agradecimiento y ofrecer nuestra práctica como una ofrenda a la Voluntad Suprema; al Creador. Después calentar el cuerpo con saludos al sol/a la luna, así como apertura/extensión de cadera y algunas flexiones hacia delante. La explicación que viene a continuación será amplia con el fin de que sea útil para principiantes y practicantes más veteranos. Aclaro que aquí no se expone la variante con apertura de cadera la cual queda para otro momento.
Desde Samasthiti nos disponemos mentalmente para levantar la pierna derecha con la mirada fija hacia un punto y la respiración profunda. Como la base de la postura es el pie izquierdo entonces debes pisar firme con tu pie izquierdo, presionando con la base del dedo grande, la base del dedo pequeño y los puntos de apoyo del talón; el tobillo de la pierna izquierda también debe “contraerse sutilmente hacia el centro” ( si tienes pie plano el reto será mayor pero con paciencia y práctica lo conseguirás). La pierna de apoyo debe mantenerse estable, con la rodilla estirada, cuádricep y pantorrilla activa. Los glúteos y abdomen bajo medianamente contraídos. Si contraes demasiado crearás estrés y pérdida de energía innecesaria, pero si no activas la energía múscular con sutiles y proporcionadas contracciones entonces la postura será débil (En Asana Yoga estas contracciones/presiones se conocen como bandhas, además de una medida de seguridad para evitar lesiones a corto o largo plazo los bandhas constituyen verdaderos cierres energéticos).
Mantener todo el tiempo la mano izquierda en la cintura. Una vez establecidas las bases en un principio bastará con tan sólo levantar la pierna derecha flexionada y tomar la rodilla con la mano durante una inhalación profunda. Esta es una variación más fácil mientras ganamos confianza , flexibilidad y fuerza. Después podrás tomar el dedo grande del pie con la mano y finalmente levantar la pierna derecha estirada hasta tomar el dedo gordo del pie con el brazo también estirado. En todos los casos lo ideal es hacer que la pierna se acerque hacia la mano y no lo contrario, es una manera más clásica de trabajar que nos ayuda a desarrollar la fuerza y la flexibilidad al tiempo que también es más saludable. Por favor evita al máximo flexionar la cadera antes de tomar la rodilla o el dedo grande del pie; prohibido forzar la espalda para sostener la pierna levantada, la columna vertebral debe ser protegida todo el tiempo. Puedes permanecer aquí respirando de forma libre, sintiendo que tienes raíces que crecen desde el pie de apoyo hasta el centro de la tierra.
Cuando lo anterior se hace más natural entonces estás preparado para flexionar el tronco hacia delante contrayendo un poco más tu abdomen bajo pero conservando la espalda recta y el torax abierto, los hombros activos pero no contraídos y mucho menos caídos; en la postura final el codo derecho se flexionará un poco y la mirada se dirige hacia el dedo grande del pie levantado. Una vez en la postura realiza 5 o más respiraciones profundas y completas pero sin llegar a un punto límite donde tu respiración se altere o donde sientas tu cuerpo inestable. Después deshaces la flexión con una inhalación profunda y finalmente regresas a samasthiti en la exhalación. Ahora repite el proceso para el otro lado exactamente como fue explicado.
CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES:
Problemas de tobillo o debilidad del mismo
Lesión seria de rodilla
Lesiones en la espalda baja
*Una observación importante es que para practicantes experimentados existe la opción de curvar un poco ( y a veces más) la espalda en la postura final por la realización de un Mula y Uddiyana bandha muy intensos –en algunas escuelas se conoce como dandayamana janushirasana-; en Yoga Inbound desaconsejamos que se realice esto sin tener la preparación necesaria o sin contar con la supervisión de un instructor cualificado. Ahimsa o la no violencia también significa no lastimar el cuerpo por intentar algo para lo que no estemos preparados. Además, y como se dijo al principio, el estado de Yoga implica más la
postura interna que la externa.
Autor: Pablo Maha